Leía esta mañana un artículo sobre la poesía y sobre su difusión durante estos últimos días en los autobuses urbanos de Burgos. Comentaba su autor que, aunque sólo fuese por un momento, esta iniciativa estaba consiguiendo que los usuarios de la línea de Gamonal leyesen versos de algunos vates locales y nacionales. Pero muchos volvían a su realidad al escuchar el pitido o sentir el zumbido de sus teléfonos móviles, reclamados por guasaps y tuits.
Esta realidad me ha recordado una aplicación de móvil que vi hace tiempo anunciada y que llamó mi atención. Se basaba en un sistema para seleccionar un poema cada día, en función del estado de ánimo del propietario del teléfono. Parecía interesante, aunque no llegué nunca a descargarla.
De este modo, ese recuerdo me ha dado la idea de comenzar una serie de entradas sobre nuevas tecnologías (bajo la etiqueta TIC) que queda inaugurada desde este momento, y en la que, entre otros asuntos, voy a citar aplicaciones que descubra en el mercado androide y que tengan relación con temas afines a este blog y a las materias que imparto. Sin lugar a dudas, se puede sacar partido a móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos más allá de los mensajes de texto.
Porque la lengua y la literatura no deberían estar reñidas con la tecnología, y quizá aquella chica de la noticia que dejaba el poema a cambio de su celular, simplemente quería comprobar en la wikipedia quién era el autor de aquellos bonitos versos.
