Después de un largo tiempo de silencio, la Cosechadora vuelve a arrancar motores en este nuevo curso entre mascarillas y geles. Y como ya la vida nos pone últimamente bastantes obstáculos, nosotros vamos a plantarle cara verso a verso, sintiéndonos menos lejos del prójimo. Así que os animo a seguir los pasos de nuestro primer poeta anónimo de este curso. Cread y sembrad con vuestras palabras los fértiles campos de la red que vamos a cosechar...
En este caso, os presento un poema donde nos encontramos un símbolo muy utilizado en la historia de la literatura: el camino. Esperamos que os guste. Ya sabéis que podéis opinar.
Es un curioso lugar
en el que uno va entrando,
más no sale.
La vida le va a enseñar
poco a poco caminando
lo que vale.
Es éste un camino normal;
lo que pasa es que la vida
es de un único sentido.
Y es irónico: al final
lo que no tiene cabida
es el final del camino